miércoles, 1 de julio de 2009

POR DONDE EMPEZAR


Debemos empezar por aceptar libre, voluntaria y humildemente la ayuda que Dios quiere brindarnos.

Cuanta veces llenos de orgullo y de autosuficiencia hemos luchado solos y rechazmos la ayuda que se nos podria brindar, ocultamos nuestra realidad pues nos averguenza que otros se enteren. Nos enga#amos creyendo que lo que nos esta sucediendo es un mal momento que pronto pasara, pero en relidad las cosas empeoraran cada dia.

Hasta cuando vas a esperar? Hasta donde quieres llegar?

Dos hombres iban en un automovil y atropellaron a una persona. Por no aceptar la responsabilidad del accidente no quisieron detenerse y continuaron la marcha. Pocos metros adelante tuvieron que parar, pues advirtieron que el cuerpo se habia trabado en el vehiculo y lo venia arrastrando. Si se hubiera detenido antes, hubieran llevado un herido al hospital, pero al detenerse despues, necesitaron recoger los pedazos de un cadaver.

Dios te conceda la gracia de reflexionar y detenerte hoy. Que el Se#or te de la fortaleza de enfrentar tu realidad y hacer los cambios necesarios para mejorar el camino de tu vida. Recuerda que si no te detienes hoy, tendras que hacerlo ma#ana y quiza sea para recoger el cadaver de tu vida, de tu matrimonio y de tus hijos destrozados por tu falta de humildad para conocer que necesitas ayuda.

Dios tiene un plan maravillos para tu vida y puedes aceptarlo libremente, pues El no se impone, solo propone y respeta la liberdad del hombre.

Un dia Jesus se acerco a un hombre que llevaba 38 a#os de estar enfermo y le pregunto: “Quieres curarte?”: Juan 5:2-6. Que pregunta! Con 38 a#os de estar sufriendo, esa pregunta es aparentemente innecesaria, pero Jesus la hace porque aunque tiene poder para sanar a ese hombre, no lo quiere hacer sin su consentimiento.

“El Dios que te creo sin pedirte permiso, no te salva si no le das permiso” (San Agustin)

Tu puedes escoger entre aceptar el plan de Dios para ayudarte o continuar hundiendote en tu propio dolor e impotencia.